10-08-2008, 13:40
Originalmente publicado en mi blog.
A lo largo de los años he tenido que lidiar con ingenierillos, programadorcillos, ensambladorcillos y demás cillos que pululan por el mundo de la informática personal. Esos que supuestamente saben –o dicen saber– montar ordenadores, instalar sistemas y solucionar problemas de hardware y software.
Últimamente me las he tenido que ver con algunos especímenes de este tipo especialmente chapuceros, usureros y estafadores, que lo único que pretenden es encubrir su incompetencia y sacar dinero a los clientes.
Y como el movimiento se demuestra andando, veamos algunos ejemplos:
El caso de la avería fantasma:
Una cliente mía me trae su ordenador para que le solucione un problema que le traía de cabeza: se le apagaba de forma aleatoria, sin importar que estuviese frío o caliente, recién arrancado o al cabo de algunas horas.
Descartada la actividad de virus, se le propone instalar el sistema de cero, pues también quería una limpieza de muchas aplicaciones que ya no usaba y aligerar el disco duro. Le instalé el sistema que venía de fábrica, el windows XP con todas sus actualizaciones y programas requeridos por la cliente, además de las actualizaciones de los drivers correspondientes. Como no solo no se solucionaba el problema, sino que ahora además se reiniciaba solo, decidí enviarlo al servicio técnico, no sin antes pasarle algunas utilidades de diagnosis que me indicaban fallo en el disco duro. Estaba en garantía y pedí que comprobasen el disco duro, la gráfica y la fuente de alimentación.
Al cabo de ¡dos semanas! me avisan de que ya está terminado. Un compañero mío fue a recogerlo y le cobran 45 € en concepto de instalación, porque según ellos, el problema estaba en que el S.O. estaba mal instalado.
No me pareció lógico, pero así se lo notifiqué a la cliente y ésta aceptó pagar la mano de obra.
Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando comprobé que, al encender el ordenador recién llegado del taller, éste se reinició tres veces antes de arranacar de forma normal.
Como no lo volvó a hacer más en dos días sucesivos, no le dí mayor importancia. La cliente se lo llevó.
Al cabo de unos días, ésta me llama de nuevo para decirme que el ordenador está peor. Lo trae a la tienda y compruebo, mediante otros programas de diagnosis, que el disco duro falla. Vuelvo a enviarlo al taller, esta vez acompañado de un informe de página y media con los problemas que yo me he encontrado y lo que sugiero al técnico que haga.
Lógicamente, esto no sentó nada bien al chapuzas, pues “nadie tenía que decirle cómo hacer su trabajo. Y menos alguien que no es técnico ni informático”.
Al cabo de otra semana, me devuelven el equipo con un disco duro nuevo. Bueno, nuevo, nuevo no. Uno de esos que han sido restaurados, o reparados por la marca. Tampoco le iban a poner uno nuevo al cliente, a pesar de que estaba en su derecho, pero decidí no meterme en más follones. Si funcionaba bien el cliente no se iba a quejar.
En fin, que pedí que no me instalasen el sistema, para no tener que pagar de nuevo. Así que cuando me llegó el ordenador a la tienda, volví a instalar el S.O.
Ya ven ustedes; a ver qué ciencia tiene instalar el windos XP: formateo a bajo nivel (lento) instalar el sistema siguiendo las instrucciones paso a paso, que no son otras que especificar idioma, franja horaria, conexión de red y nombre de usuario: A ver cómo coño se puede instalar mal eso, si está hecho a prueba de inútiles.
Luego los drivers de la placa base y los de la tarjeta gráfica. Y al final los programas básicos, a saber, OpenOffice, Nero (versión bundle de la grabadora), iTunes para windows, Java, Adobe Reader, Picasa, Flash Player, VLC y poco más.
Lo justo para que un cliente pueda comenzar a usarlo inmediatamente.
Esta vez fui yo el que tuvo los proiblemas. Para empezar, se colgaba o reiniciaba durante la instalación. A la tercera pude instalar todo sin un cuelgue, pero cuando tuve todo completado, el ordenador se reiniciaba de forma aleatoria, se apagaba y no funcionaba bien.
Cabreo al canto y vuelta a taller otra vez, pero esta vez con bronca de por medio. Al cabo de otras dos semanas, un mosqueo impresionate de la cliente y otro mío hacia los técnicos, el ordenador me viene con un informe que rezaba lo siguiente:
“Se comprueba mal funcionamiento del ordenador. Se apaga o se reinicia solo. Se desmonta el disipador del procesador, se le pone masilla térmica nueva y ventilador nuevo. Se instala el sistema operativo y sigue fallando. Se chequean los componentes por separado y no dan problemas, pero al montarlos el ordenador sigue fallando. Se procede al cambio de placa base, tarjeta gráfica y fuente de alimentación. Se mantiene en pruebas un par de días y no falla.”
Y me llega a la tienda.
Y formateo el disco e instalo todo de nuevo.
Y no falla.
Y llamo a la cliente, que se lo lleva y un mes después sigue sin darle problemas.
Y digo yo: ¿por qué cojones no me hicieron caso al principio?
¿Cómo coño se entiende que un técnico no sea capaz de detectar una avería en componentes?
¿Qué sistema profesional es ése, que para reparar algo se usa el método de ensayo y error?
Joder, eso está bien para un lego en la materia, como yo, pero ¿un tío que trabaja en uno de los principales mayoristas de Las Palmas?
El caso del superordenador lento:
Tengo en stock un modelo de ordenador con una configuración bastante completa y relativamente potente, con las siguientes características:
Procesador Core 2 Duo a 2,66 GHz
Placa base Intel DG33BU, con bus del sistema a 1660 MHz
2 GB de memoria DDRII de Kingston, en dos módulos.
Disco duro de 500 GB Seagate SATA
Tarjeta gráfica de 512 MB ATI X1550, con salidas VGA y DVI
Sintonizadora de TV digital, analógica y FM de Conceptronics
Lector de DVD
Regrabador de DVD LG
Disquetera
Puertos USB 2.0 y audio frontales y traseros
Firewire frontal y trasero
Sonido 5.1
Teclado y ratón inalámbricos Logitech S-510
Webcam Logitech Communicate STX
Altavoces Logitech X-240 2.1
Chasis Cooler Master Centurion con ventilador y fuente silenciosos
Windows Vista Home Premium
Y más cosas…
Todo por menos de 900 €
En fin, no barato, pero tampoco caro, dados los componentes de marca que lleva “el bicho”, con transporte e instalación a domicilio.
El caso es que al ejecutar determinadas aplicaciones gráficas, notaba peor rendimiento que en windows XP con máquinas mucho menos potentes.
Y no fue hasta que hice la instalación de uno de ellos en casa de un cliente, esta semana, que me di cuenta de lo que pasaba realmente.
Resulta que el ordenador viene con el S.O. instalado de fábrica, el mismo taller del que hablaba antes, con la activación hecha y los drivers instalados.
La primera en la frente: NO tenía los drivers de la tarjeta gráfica instalados. Procedo a hacerlo yo y me encuentro con que el disco de instalación no tiene drivers para Windows Vista.
Estos hijos de flauta me han vendido un ordenador con una tarjeta gráfica obsoleta para el Vista. Ni siquiera se han molestado en descargar los controladores actualizados de internet para dejar el producto en condiciones.
Bueno, descargo los controladores y se los instalo al cliente. Todo esto en la tienda, pues mi cliente no dispone aún de conexión a internet. Hecho y todo a punto.
La segunda en los ojos, nunca mejor dicho; ocurre lo mismo con la maldita webcam: los controladores del disco, a pesar de anunciarse compatibles con windows Vista, hacen que el micro de la cámara no sea reconocido por éste.
Me bajo los últimos y ahora sí, ahora funciona bien.
Resulta que la inoperancia, desidia, incompetencia y nula formación de los técnicos que nos han montado estos ordenadores me han hecho perder mucho tiempo de trabajo y de comerme la sesera para intentar descubrir por qué un ordenador con estas características no da el rendimiento esperado.
Y son cuatro los que tenía en tienda. Con todos igual. Menos mal que ya los he actualizado todos, que si no, a mi jefe le da un infarto en ver las hora que se me van con los ordenadores en casa de los clientes.
Por cierto, uno de ellos, incluso tenía el conector del led del disco duro al revés, lo que hacía que éste no indicase la actividad del mismo.
Actualmente estoy buscando otros proveedores. No me siento con ganas de solucionar las chapuzas de tres pelagatos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, como yo, que según ellos, no debería estar metiendo mano en las máquinas ni instalando mal los sistemas operativos.
A lo largo de los años he tenido que lidiar con ingenierillos, programadorcillos, ensambladorcillos y demás cillos que pululan por el mundo de la informática personal. Esos que supuestamente saben –o dicen saber– montar ordenadores, instalar sistemas y solucionar problemas de hardware y software.
Últimamente me las he tenido que ver con algunos especímenes de este tipo especialmente chapuceros, usureros y estafadores, que lo único que pretenden es encubrir su incompetencia y sacar dinero a los clientes.
Y como el movimiento se demuestra andando, veamos algunos ejemplos:
El caso de la avería fantasma:
Una cliente mía me trae su ordenador para que le solucione un problema que le traía de cabeza: se le apagaba de forma aleatoria, sin importar que estuviese frío o caliente, recién arrancado o al cabo de algunas horas.
Descartada la actividad de virus, se le propone instalar el sistema de cero, pues también quería una limpieza de muchas aplicaciones que ya no usaba y aligerar el disco duro. Le instalé el sistema que venía de fábrica, el windows XP con todas sus actualizaciones y programas requeridos por la cliente, además de las actualizaciones de los drivers correspondientes. Como no solo no se solucionaba el problema, sino que ahora además se reiniciaba solo, decidí enviarlo al servicio técnico, no sin antes pasarle algunas utilidades de diagnosis que me indicaban fallo en el disco duro. Estaba en garantía y pedí que comprobasen el disco duro, la gráfica y la fuente de alimentación.
Al cabo de ¡dos semanas! me avisan de que ya está terminado. Un compañero mío fue a recogerlo y le cobran 45 € en concepto de instalación, porque según ellos, el problema estaba en que el S.O. estaba mal instalado.
No me pareció lógico, pero así se lo notifiqué a la cliente y ésta aceptó pagar la mano de obra.
Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando comprobé que, al encender el ordenador recién llegado del taller, éste se reinició tres veces antes de arranacar de forma normal.
Como no lo volvó a hacer más en dos días sucesivos, no le dí mayor importancia. La cliente se lo llevó.
Al cabo de unos días, ésta me llama de nuevo para decirme que el ordenador está peor. Lo trae a la tienda y compruebo, mediante otros programas de diagnosis, que el disco duro falla. Vuelvo a enviarlo al taller, esta vez acompañado de un informe de página y media con los problemas que yo me he encontrado y lo que sugiero al técnico que haga.
Lógicamente, esto no sentó nada bien al chapuzas, pues “nadie tenía que decirle cómo hacer su trabajo. Y menos alguien que no es técnico ni informático”.
Al cabo de otra semana, me devuelven el equipo con un disco duro nuevo. Bueno, nuevo, nuevo no. Uno de esos que han sido restaurados, o reparados por la marca. Tampoco le iban a poner uno nuevo al cliente, a pesar de que estaba en su derecho, pero decidí no meterme en más follones. Si funcionaba bien el cliente no se iba a quejar.
En fin, que pedí que no me instalasen el sistema, para no tener que pagar de nuevo. Así que cuando me llegó el ordenador a la tienda, volví a instalar el S.O.
Ya ven ustedes; a ver qué ciencia tiene instalar el windos XP: formateo a bajo nivel (lento) instalar el sistema siguiendo las instrucciones paso a paso, que no son otras que especificar idioma, franja horaria, conexión de red y nombre de usuario: A ver cómo coño se puede instalar mal eso, si está hecho a prueba de inútiles.
Luego los drivers de la placa base y los de la tarjeta gráfica. Y al final los programas básicos, a saber, OpenOffice, Nero (versión bundle de la grabadora), iTunes para windows, Java, Adobe Reader, Picasa, Flash Player, VLC y poco más.
Lo justo para que un cliente pueda comenzar a usarlo inmediatamente.
Esta vez fui yo el que tuvo los proiblemas. Para empezar, se colgaba o reiniciaba durante la instalación. A la tercera pude instalar todo sin un cuelgue, pero cuando tuve todo completado, el ordenador se reiniciaba de forma aleatoria, se apagaba y no funcionaba bien.
Cabreo al canto y vuelta a taller otra vez, pero esta vez con bronca de por medio. Al cabo de otras dos semanas, un mosqueo impresionate de la cliente y otro mío hacia los técnicos, el ordenador me viene con un informe que rezaba lo siguiente:
“Se comprueba mal funcionamiento del ordenador. Se apaga o se reinicia solo. Se desmonta el disipador del procesador, se le pone masilla térmica nueva y ventilador nuevo. Se instala el sistema operativo y sigue fallando. Se chequean los componentes por separado y no dan problemas, pero al montarlos el ordenador sigue fallando. Se procede al cambio de placa base, tarjeta gráfica y fuente de alimentación. Se mantiene en pruebas un par de días y no falla.”
Y me llega a la tienda.
Y formateo el disco e instalo todo de nuevo.
Y no falla.
Y llamo a la cliente, que se lo lleva y un mes después sigue sin darle problemas.
Y digo yo: ¿por qué cojones no me hicieron caso al principio?
¿Cómo coño se entiende que un técnico no sea capaz de detectar una avería en componentes?
¿Qué sistema profesional es ése, que para reparar algo se usa el método de ensayo y error?
Joder, eso está bien para un lego en la materia, como yo, pero ¿un tío que trabaja en uno de los principales mayoristas de Las Palmas?
El caso del superordenador lento:
Tengo en stock un modelo de ordenador con una configuración bastante completa y relativamente potente, con las siguientes características:
Procesador Core 2 Duo a 2,66 GHz
Placa base Intel DG33BU, con bus del sistema a 1660 MHz
2 GB de memoria DDRII de Kingston, en dos módulos.
Disco duro de 500 GB Seagate SATA
Tarjeta gráfica de 512 MB ATI X1550, con salidas VGA y DVI
Sintonizadora de TV digital, analógica y FM de Conceptronics
Lector de DVD
Regrabador de DVD LG
Disquetera
Puertos USB 2.0 y audio frontales y traseros
Firewire frontal y trasero
Sonido 5.1
Teclado y ratón inalámbricos Logitech S-510
Webcam Logitech Communicate STX
Altavoces Logitech X-240 2.1
Chasis Cooler Master Centurion con ventilador y fuente silenciosos
Windows Vista Home Premium
Y más cosas…
Todo por menos de 900 €
En fin, no barato, pero tampoco caro, dados los componentes de marca que lleva “el bicho”, con transporte e instalación a domicilio.
El caso es que al ejecutar determinadas aplicaciones gráficas, notaba peor rendimiento que en windows XP con máquinas mucho menos potentes.
Y no fue hasta que hice la instalación de uno de ellos en casa de un cliente, esta semana, que me di cuenta de lo que pasaba realmente.
Resulta que el ordenador viene con el S.O. instalado de fábrica, el mismo taller del que hablaba antes, con la activación hecha y los drivers instalados.
La primera en la frente: NO tenía los drivers de la tarjeta gráfica instalados. Procedo a hacerlo yo y me encuentro con que el disco de instalación no tiene drivers para Windows Vista.
Estos hijos de flauta me han vendido un ordenador con una tarjeta gráfica obsoleta para el Vista. Ni siquiera se han molestado en descargar los controladores actualizados de internet para dejar el producto en condiciones.
Bueno, descargo los controladores y se los instalo al cliente. Todo esto en la tienda, pues mi cliente no dispone aún de conexión a internet. Hecho y todo a punto.
La segunda en los ojos, nunca mejor dicho; ocurre lo mismo con la maldita webcam: los controladores del disco, a pesar de anunciarse compatibles con windows Vista, hacen que el micro de la cámara no sea reconocido por éste.
Me bajo los últimos y ahora sí, ahora funciona bien.
Resulta que la inoperancia, desidia, incompetencia y nula formación de los técnicos que nos han montado estos ordenadores me han hecho perder mucho tiempo de trabajo y de comerme la sesera para intentar descubrir por qué un ordenador con estas características no da el rendimiento esperado.
Y son cuatro los que tenía en tienda. Con todos igual. Menos mal que ya los he actualizado todos, que si no, a mi jefe le da un infarto en ver las hora que se me van con los ordenadores en casa de los clientes.
Por cierto, uno de ellos, incluso tenía el conector del led del disco duro al revés, lo que hacía que éste no indicase la actividad del mismo.
Actualmente estoy buscando otros proveedores. No me siento con ganas de solucionar las chapuzas de tres pelagatos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, como yo, que según ellos, no debería estar metiendo mano en las máquinas ni instalando mal los sistemas operativos.