Igual que sucede en Linux y otros Unix, tanto las aplicaciones como, sobre todo, los procesos internos del sistema requieren interactuar con diversos ficheros de configuración. Para ello, esos ficheros han de disponer de los permisos y propietarios precisos para que esos procesos y aplicaciones puedan manejarlos.
Por ello, todos los archivos de configuración del sistema disponen de unos permisos estándar. En Mac Os X debido a la consistencia de su interface gráfico (*) el tema es más complicado que en linux.
En ocasiones se cambia el propietario y/o los permisos de algún fichero importante del sistema. Ello puede suceder por diversas razones pero lo más frecuente es que lo hagan algunos instaladores de programas que modifican los permisos de algún fichero para ser usado por el programa que están instalando sin tener en cuenta a otros propietarios que también deben de acceder a ese fichero. Es un error bastante frecuente por parte de los programadores.
Lo síntomas de ficheros de sistema con propietario o permisos incorrectos son de lo más variado y pueden ir desde un cuelgue total de una aplicación (o del sistema) o preferencias que no se memorizan hasta aplicaciones que se cierran inesperadamente o que ni arrancan, etc.
La opción de reparar permisos de la Utilidad de Discos lo que hace es corregir los permisos de los ficheros de sistema (no del resto, ojo) de acuerdo con las especificaciones de Apple.
Está previsto que ese problema vaya desapareciendo en futuras versiones de Mac OS X que dispondrán de más automatismos para autocorregir un permiso en el momento que alguien lo toca y modifica sin deber de hacerlo.
Esperemos a Leopard.
Por cierto, si se trastea en la carpeta Receipts, la reparación de permisos puede dar resultados imprevistos ya que ahí es donde mira la utilidad de discos de que forma ha de dejar los permisos...
Para más información ver esta
nota técnica de Apple en español
(*)
Linux al no compartir archivos de preferencias y tener un fichero
.conf (con un formato diferente, por cierto) para cada proceso, no tiene ese problema.
A cambio la configuración se hace muy complicada para alguien que no sea un experto al tener que editar manualmente decenas de ficheros .
conf cada uno con su propio formato e instrucciones.
Mac OS X funciona con ficheros de configuración escritos en el moderno lenguaje XML (los ficheros de preferencias .
plist) que estandariza el formato y hace que dicho formato sirva para configurar cualquier tipo de aplicación o proceso. Ello simplifica la interacción con el usuario. Precisamente y debido a la diversidad de ficheros de configuración es por lo que los interfaces gráficos de configuración de linux son tan complejos y no acaban de ir bien del todo.
Por cierto que Linux también va camino de usar XML para la configuración. Pero son miles de aplicaciones y procesos y la cosa puede ser lenta. Apple, al diseñar Mac OS X tuvo la ventaja de partir desde cero. (Y aun así hay bastantes .
conf en el sistema que van desapareciendo de forma paulatina conforme salen nuevas versiones