16-10-2005, 19:46
Siguiendo el tema, hoy echaremos una ojeada a las ventajas e inconvenientes de las dos tecnologías más populares actuales. Empezamos por la LCD.
Tal como dijimos la semana pasada, hay varias tecnologías que están sustituyendo muy rápidamente a los televisores y monitores de tubos de rayos catódicos. Entre ellas vale la pena destacar dos puesto que son las que más se han popularizado y más rápidamente están cayendo de precio desde hace unos meses. Se trata de las pantallas de cristal líquido (LCD o TFT) y las pantallas de plasma. Todo sin entrar en profundidades técnicas.
Empezamos por las pantallas de cristal líquido. Su principio de funcionamiento se basa en un panel que está cruzado por unas líneas conductoras de electricidad y que forman una matriz. La pantalla tiene tantas líneas como resolución que es capaz de demostrar. Así, una pantalla con una resolución de 800 X 600 tiene ochocientas líneas verticales y sisentes horizontals. Lo que significa que en esta pantalla tenemos 480.000 puntos de intersección. En la parte posterior de la pantalla dispone de una fuente de luz blanca. Generalmente consiste en una luz fluorescente o bien, en los sistemas más modernos y caros, un panel electroluminiscente que, dicho sea de paso, se trata de una interesante tecnología que hace que se ilumine una lámina fina cuando se le aplica una tensión alterna entre sus dos extremos. Por cierto, los paneles electroluminiscentes ya se están empleando como fuente muy relajante de luz haciendo que se iluminen uniformemente el techo y paredes de una estancia.
Volviendo al tema del LCD, aplicando determinada tensión eléctrica entre una esboza horizontal y otra vertical, se consigue que el punto de intersección varie desde opaco a transparente, con lo cual, pasará más o menos luz de la fuente de iluminación posterior. La denominación LCD significa (por sus siglas en inglés) “pantalla de cristal líquido”. Mientras que TFT significa “transistor de película fina”. Aclarado este punto puesto que muchas personas se confunden cuando oyen hablar de LCD o TFT. Ambas cosas significan lo mismo. TFT sólo indica un tipo de tecnología empleado en las pantallas de cristal líquido. La propia tecnología del TFT que es la empleada en la actualidad de forma universal impide que los transistores se puedan fabricar de grandes medidas y como cada transistor está colocado en la intersección de una línea horizontal y de otra vertical para generar el punto. Si deseamos una pantalla de grandes medidas la única solución consiste en ampliar el número de líneas puesto que no podemos hacer los puntos más gordos. Cuantas má líneas, más caro es el panel de la pantalla y hay más posibilidades que salgan transistores defectuosos. Esto explica que actualmente todas las pantalla LCD/TFT estén por debajo del límite de 32 pulgadas. Entre las ventajas de las pantallas LCD tenemos una buena reproducción de color, pesan poco, son muy finas, consumen poca corriente y tienen una larga duración. Todo esto, además, teniendo en cuenta que las pantallas de cristal líquido no “se queman” cuando se visualiza una imagen estática durante largo tiempo. Cosa que sí que sucede con las pantallas de tubo de rayos catódicos, el que dio lugar a los famosos salvapantallas de los ordenadores que, cuando se usan monitores de cristal líquido, no son necesarios. Puesto que si se deja una imagen estática en una pantalla de cristal líquido durante largo tiempo, si bien queda marcada, en unas horas desaparece la marca y no como sucede con los tubos de rayos catódicos que una vez marcada la pantalla, ya queda por siempre jamás.
Entre los inconvenientes tenemos que destacar la pobre relación de contraste que ofrecen los modelos más sofisticados: sólo llegan a una relación de 700 a 1, entre la zona más clara y la zona más oscura. Por la misma razón, no ofrecen negros profundos. Algunos modelos económicos tienen un ángulo de visión muy cerrado y se pierde luminosidad rapidamente en el momento en que el espectador se aparta a un lado del eje central de la pantalla.
Finalmente, es común encontrarse con puntos negros en la pantalla como consecuencia de transistores muertos. Aunque este es un tema que cada vez está mejorando.
La semana próxima daremos una ojeada a las pantallas de plasma.
Publicado 22 de Julio de 2005
Tal como dijimos la semana pasada, hay varias tecnologías que están sustituyendo muy rápidamente a los televisores y monitores de tubos de rayos catódicos. Entre ellas vale la pena destacar dos puesto que son las que más se han popularizado y más rápidamente están cayendo de precio desde hace unos meses. Se trata de las pantallas de cristal líquido (LCD o TFT) y las pantallas de plasma. Todo sin entrar en profundidades técnicas.
Empezamos por las pantallas de cristal líquido. Su principio de funcionamiento se basa en un panel que está cruzado por unas líneas conductoras de electricidad y que forman una matriz. La pantalla tiene tantas líneas como resolución que es capaz de demostrar. Así, una pantalla con una resolución de 800 X 600 tiene ochocientas líneas verticales y sisentes horizontals. Lo que significa que en esta pantalla tenemos 480.000 puntos de intersección. En la parte posterior de la pantalla dispone de una fuente de luz blanca. Generalmente consiste en una luz fluorescente o bien, en los sistemas más modernos y caros, un panel electroluminiscente que, dicho sea de paso, se trata de una interesante tecnología que hace que se ilumine una lámina fina cuando se le aplica una tensión alterna entre sus dos extremos. Por cierto, los paneles electroluminiscentes ya se están empleando como fuente muy relajante de luz haciendo que se iluminen uniformemente el techo y paredes de una estancia.
Volviendo al tema del LCD, aplicando determinada tensión eléctrica entre una esboza horizontal y otra vertical, se consigue que el punto de intersección varie desde opaco a transparente, con lo cual, pasará más o menos luz de la fuente de iluminación posterior. La denominación LCD significa (por sus siglas en inglés) “pantalla de cristal líquido”. Mientras que TFT significa “transistor de película fina”. Aclarado este punto puesto que muchas personas se confunden cuando oyen hablar de LCD o TFT. Ambas cosas significan lo mismo. TFT sólo indica un tipo de tecnología empleado en las pantallas de cristal líquido. La propia tecnología del TFT que es la empleada en la actualidad de forma universal impide que los transistores se puedan fabricar de grandes medidas y como cada transistor está colocado en la intersección de una línea horizontal y de otra vertical para generar el punto. Si deseamos una pantalla de grandes medidas la única solución consiste en ampliar el número de líneas puesto que no podemos hacer los puntos más gordos. Cuantas má líneas, más caro es el panel de la pantalla y hay más posibilidades que salgan transistores defectuosos. Esto explica que actualmente todas las pantalla LCD/TFT estén por debajo del límite de 32 pulgadas. Entre las ventajas de las pantallas LCD tenemos una buena reproducción de color, pesan poco, son muy finas, consumen poca corriente y tienen una larga duración. Todo esto, además, teniendo en cuenta que las pantallas de cristal líquido no “se queman” cuando se visualiza una imagen estática durante largo tiempo. Cosa que sí que sucede con las pantallas de tubo de rayos catódicos, el que dio lugar a los famosos salvapantallas de los ordenadores que, cuando se usan monitores de cristal líquido, no son necesarios. Puesto que si se deja una imagen estática en una pantalla de cristal líquido durante largo tiempo, si bien queda marcada, en unas horas desaparece la marca y no como sucede con los tubos de rayos catódicos que una vez marcada la pantalla, ya queda por siempre jamás.
Entre los inconvenientes tenemos que destacar la pobre relación de contraste que ofrecen los modelos más sofisticados: sólo llegan a una relación de 700 a 1, entre la zona más clara y la zona más oscura. Por la misma razón, no ofrecen negros profundos. Algunos modelos económicos tienen un ángulo de visión muy cerrado y se pierde luminosidad rapidamente en el momento en que el espectador se aparta a un lado del eje central de la pantalla.
Finalmente, es común encontrarse con puntos negros en la pantalla como consecuencia de transistores muertos. Aunque este es un tema que cada vez está mejorando.
La semana próxima daremos una ojeada a las pantallas de plasma.
Publicado 22 de Julio de 2005