27-09-2013, 04:38
JOBS
he visto la peli y no me ha gustado mucho. La verdad es que Ashton Kutcher, en algunos momentos, parece realmente Steve Jobs, sobre todo sin barba, pero, como ya se ha dicho en Applesfera, ni Steve Wozniak ni Jonathan Ive dan el perfil. Sin embargo, la razón principal por lo que no me ha gustado es porque no refleja bien los muchos momentos emocionantes que hubo en la vida de Steve Jobs y Apple. A mí, que soy usuario de los productos Apple desde los años 80, cuando estaba de capa caída y aquí en España casi nadie la conocía; yo, que he vivido los desprecios por trabajar con ordenadores Apple, la incomprensión, la soledad por ser pocos usuarios, el olvido de las grandes empresas que no fabricaban impresoras, o teléfonos, o software por ser un grupo minoritario, etc., etc., y que luego, al volver Steve a Apple, en 1997, dio la vuelta a la tortilla, demostrando que sus criterios eran válidos, conquistando la industria con nuevos productos, como el iPod, el iMac de colores semitrasparente, el iPhone, la tienda en línea iTunes, el iPad, etc., etc. Pues para mi es algo épico, como cuando alguien que ha hundido la vida, tiene el coraje de levantarse y conquistar de nuevo lo que le pertenece, de rehacerse a sí mismo y, de paso, la industria de la informática, de la música, del libro electrónico, etc.
Decían del triunfo del iPod: ¡va!, una casualidad. Luego salió el iMac de colores, que también triunfó: ¡va!, otra casualidad; luego el iPhone: otra más; el paso a procesadores Intel, otra; el triunfo de la tienda iTunes, que es el paradigma en el que todos se contemplan a la hora de crear una tienda exitosa en internet (se habían vendido 25.000 millones de canciones en febrero de 2013): ¡otra casualidad!; la App Store (más de 800.000 aplicaciones en marzo 2013), otra más, ¡las tiendas físicas¡ que Steve sacó adelante en contra de los consejos de sus asesores, y que hoy son una fuente de ingresos inacabable: otra casualidad; el iPad... otra más. Pues no sé qué decir, me parece, como poco, que son muchas casualidades, pero muchas.
En la peli no salé Bill Gates ni muestran toda la problemática con Microsoft, que es histórica, entrañable y épica; no cuentan el buen ojo que tuvo al comprar Pixar a Lucasfilms, uno de los estudios de animación más importantes del mundo, sino el que más, con varios Oscar en su haber y la mejor adquisición de Walt Disney, que él compró y ayudó a crecer; no muestran en su plenitud como fichó a John Scully; lo grande del momento de la grabación del anuncio 1984, cuando se emitió en la súper Bowl y su enorme éxito en toda América; ni el momento en que volvió a coger las riendas de Apple, muy mal escenificado en la película. Y dejan de lado, lo que para mí es un fallo garrafal: toda esta época dorada que llega hasta su desafortunada muerte. Tampoco muestran un aspecto tan interesante en Steve Jobs como la mística, que llenó todos los momentos de su vida. Recoge Walter Isaacson en la biografía de Steve Jobs, que viajaba en su avión privado con un solo libro: Autobiografía de un Yogui, de Paramahansa Yogananda; cuenta como reconoce lo que la filosofía Zen influyó en su visión del mundo, su relación con los Hare krishna, su formación budista, etc., etc.
A ver, a mí Steve Jobs me cae mal, era un ególatra, prepotente, mal padre, al menos con Lysa; exigía a la gente el máximo, aunque también se lo exigía a sí mismo, buscaba la perfección hasta límites insospechados (eso se refleja en algún momento de la película, criticando la mala disposición de unos condensadores en una placa base), etc., pero también era un genio, un hombre que unió el arte, la belleza y la tecnología, que sabía mejor que nosotros mismos lo que necesitamos a nivel tecnológico, que dio respuestas a necesidades tanto en el mundo real como virtual, y que a muchos a hecho la vida más fácil, sabiendo unir la satisfacción del cliente con los beneficios económicos; y si ponemos en una balanza lo malo y lo bueno, gana lo bueno, al menos para mí, y por goleada.
Sería muy largó destripar la película y más aún contar todos esos momentos épicos y heroicos de Apple, por los que muchos nos sentimos orgullosos, pero no es el momento. Es una pena que el guionista y el director no hayan sabido mostrar esa grandeza de una de las empresas que más ha ayudado a cambiar la sociedad moderna. En la pregunta de Jobs a Scully está todo dicho: ¿quieres vender agua azucarada toda tu vida o colaborar en cambiar el mundo?
Suena melodramático, pero en el futuro, incluso ahora mismo, la grandeza de Steve Jobs se eleva sobre millones de mediocres. Él tuvo el valor de luchar contra todo y todos, y demostró una y otra vez que su punto de vista era el acertado, por más distorsión de la realidad que se le atribuya. Gracias a él, a su visión, a su empeño, a su esfuerzo, a su determinación y a su genialidad, hoy tenemos estos productos tan bellos y funcionales, además de potentes, y, sobre todo, este "ecosistema" de Apple que tanto nos beneficia.
Pues eso, que no me gustó la peli, pero Ashton Kutcher hay momentos que parece Steve Jobs encarnado y me producía escalofríos.
he visto la peli y no me ha gustado mucho. La verdad es que Ashton Kutcher, en algunos momentos, parece realmente Steve Jobs, sobre todo sin barba, pero, como ya se ha dicho en Applesfera, ni Steve Wozniak ni Jonathan Ive dan el perfil. Sin embargo, la razón principal por lo que no me ha gustado es porque no refleja bien los muchos momentos emocionantes que hubo en la vida de Steve Jobs y Apple. A mí, que soy usuario de los productos Apple desde los años 80, cuando estaba de capa caída y aquí en España casi nadie la conocía; yo, que he vivido los desprecios por trabajar con ordenadores Apple, la incomprensión, la soledad por ser pocos usuarios, el olvido de las grandes empresas que no fabricaban impresoras, o teléfonos, o software por ser un grupo minoritario, etc., etc., y que luego, al volver Steve a Apple, en 1997, dio la vuelta a la tortilla, demostrando que sus criterios eran válidos, conquistando la industria con nuevos productos, como el iPod, el iMac de colores semitrasparente, el iPhone, la tienda en línea iTunes, el iPad, etc., etc. Pues para mi es algo épico, como cuando alguien que ha hundido la vida, tiene el coraje de levantarse y conquistar de nuevo lo que le pertenece, de rehacerse a sí mismo y, de paso, la industria de la informática, de la música, del libro electrónico, etc.
Decían del triunfo del iPod: ¡va!, una casualidad. Luego salió el iMac de colores, que también triunfó: ¡va!, otra casualidad; luego el iPhone: otra más; el paso a procesadores Intel, otra; el triunfo de la tienda iTunes, que es el paradigma en el que todos se contemplan a la hora de crear una tienda exitosa en internet (se habían vendido 25.000 millones de canciones en febrero de 2013): ¡otra casualidad!; la App Store (más de 800.000 aplicaciones en marzo 2013), otra más, ¡las tiendas físicas¡ que Steve sacó adelante en contra de los consejos de sus asesores, y que hoy son una fuente de ingresos inacabable: otra casualidad; el iPad... otra más. Pues no sé qué decir, me parece, como poco, que son muchas casualidades, pero muchas.
En la peli no salé Bill Gates ni muestran toda la problemática con Microsoft, que es histórica, entrañable y épica; no cuentan el buen ojo que tuvo al comprar Pixar a Lucasfilms, uno de los estudios de animación más importantes del mundo, sino el que más, con varios Oscar en su haber y la mejor adquisición de Walt Disney, que él compró y ayudó a crecer; no muestran en su plenitud como fichó a John Scully; lo grande del momento de la grabación del anuncio 1984, cuando se emitió en la súper Bowl y su enorme éxito en toda América; ni el momento en que volvió a coger las riendas de Apple, muy mal escenificado en la película. Y dejan de lado, lo que para mí es un fallo garrafal: toda esta época dorada que llega hasta su desafortunada muerte. Tampoco muestran un aspecto tan interesante en Steve Jobs como la mística, que llenó todos los momentos de su vida. Recoge Walter Isaacson en la biografía de Steve Jobs, que viajaba en su avión privado con un solo libro: Autobiografía de un Yogui, de Paramahansa Yogananda; cuenta como reconoce lo que la filosofía Zen influyó en su visión del mundo, su relación con los Hare krishna, su formación budista, etc., etc.
A ver, a mí Steve Jobs me cae mal, era un ególatra, prepotente, mal padre, al menos con Lysa; exigía a la gente el máximo, aunque también se lo exigía a sí mismo, buscaba la perfección hasta límites insospechados (eso se refleja en algún momento de la película, criticando la mala disposición de unos condensadores en una placa base), etc., pero también era un genio, un hombre que unió el arte, la belleza y la tecnología, que sabía mejor que nosotros mismos lo que necesitamos a nivel tecnológico, que dio respuestas a necesidades tanto en el mundo real como virtual, y que a muchos a hecho la vida más fácil, sabiendo unir la satisfacción del cliente con los beneficios económicos; y si ponemos en una balanza lo malo y lo bueno, gana lo bueno, al menos para mí, y por goleada.
Sería muy largó destripar la película y más aún contar todos esos momentos épicos y heroicos de Apple, por los que muchos nos sentimos orgullosos, pero no es el momento. Es una pena que el guionista y el director no hayan sabido mostrar esa grandeza de una de las empresas que más ha ayudado a cambiar la sociedad moderna. En la pregunta de Jobs a Scully está todo dicho: ¿quieres vender agua azucarada toda tu vida o colaborar en cambiar el mundo?
Suena melodramático, pero en el futuro, incluso ahora mismo, la grandeza de Steve Jobs se eleva sobre millones de mediocres. Él tuvo el valor de luchar contra todo y todos, y demostró una y otra vez que su punto de vista era el acertado, por más distorsión de la realidad que se le atribuya. Gracias a él, a su visión, a su empeño, a su esfuerzo, a su determinación y a su genialidad, hoy tenemos estos productos tan bellos y funcionales, además de potentes, y, sobre todo, este "ecosistema" de Apple que tanto nos beneficia.
Pues eso, que no me gustó la peli, pero Ashton Kutcher hay momentos que parece Steve Jobs encarnado y me producía escalofríos.