28-09-2007, 23:51
No, en ningún momento me he referido a la distancia como parámetro.
Me refería solo como ejemplo ilustrativo de dos sonidos de distinto nivel, lógicamente un sonido lejano tarda más en llegar al oído pero yo lo que quería decir es que sonaba más flojo.
El ejemplo sería que el sonido que hace un pito de arbitro de fútbol y el que hace seguidamente un jilguero cantando, ambos situados a la misma distancia de la oreja.
Pero ítem más, ni siquiera el pito para que no me digas que el pito ensordece ya que no es ese el tema. Usaremos el canto del jilguero al lado del oído y después, antes de ocho milisegundos, no podrás escuchar el canto de ese jilguero si lo tienes delante de la oreja pero metido dentro de una caja de cartón.
Dicho de otra forma, tras escuchar un sonido cualquiera, el oído (el cerebro) ensordece durante los ocho milisegundos siguientes al cese de ese sonido y ensordece más cuanto mas fuerte sea ese sonido. Y ese tiempo es impepinable ya que no depende de la educación del oído ni de otros parámetros personales, depende de la velocidad de transmisión de impulso entre neuronas que es exactamente la misma para todas las personas.
Me refería solo como ejemplo ilustrativo de dos sonidos de distinto nivel, lógicamente un sonido lejano tarda más en llegar al oído pero yo lo que quería decir es que sonaba más flojo.
El ejemplo sería que el sonido que hace un pito de arbitro de fútbol y el que hace seguidamente un jilguero cantando, ambos situados a la misma distancia de la oreja.
Pero ítem más, ni siquiera el pito para que no me digas que el pito ensordece ya que no es ese el tema. Usaremos el canto del jilguero al lado del oído y después, antes de ocho milisegundos, no podrás escuchar el canto de ese jilguero si lo tienes delante de la oreja pero metido dentro de una caja de cartón.
Dicho de otra forma, tras escuchar un sonido cualquiera, el oído (el cerebro) ensordece durante los ocho milisegundos siguientes al cese de ese sonido y ensordece más cuanto mas fuerte sea ese sonido. Y ese tiempo es impepinable ya que no depende de la educación del oído ni de otros parámetros personales, depende de la velocidad de transmisión de impulso entre neuronas que es exactamente la misma para todas las personas.
Principio de Hanlon:
«Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez»
«Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez»