02-03-2006, 23:29
A mí el Plus me resulta feo, feo. ¿Qué queréis que os diga? Pero feo... ¡de cojones! El ratón cuadrado me parece muy muy feo.
Tuve un IIcx. Me resultaba muy simpático, y lo quise mucho. Lo tengo hivernando. Lo he de volver a arrancar un día. Pero también era feo de cojones.
El Macmini es pequeñito, sí, y útil, también, pero me parece feo, un montón de feo, me recuerda a una caja de droguería de promoción de una crema de manos o que al abrirla van a aparecer dos frasquitos de perfume.
Nació mi hijo Jorge y lo quiero mucho, me cae muy bien, pero el día en que nació era muy feo.
Es distinto bello que querido.
Los iMac me han gustado más, pero los de colorines, el lamparita menos, pero el "mariconero" ese o no sé cómo lo has llamado, el flower, ese sí, el dálmata no.
Cuando miro a la pantalla, cuando está funcionando, cuando estoy trabajando en un medio amable, entonces sí me gusta el ordenador, y la belleza que encuentro no radica en la máquina sino en lo bien que estoy con ella.
Las top model (¿se escribe así?), los prototipos elegidos por 20 en vez de por cien mil, Coco Chanel, y demás, no me impresiona nada todo ese rollo. Encuentro belleza donde la encuentro, a veces donde no lo espero... otras, la recupero de allí por donde pasé y no supe verla. En Apple no encuentro belleza. Son vendedores, son comerciantes, tienen su buen punto -pero como lo puede tener el mismo Satanás-. El día que sean tan poderosos como Microsoft, a lo mejor son más horteras.
"Sé diferente". ¡Qué risa! Hugo Boss propone "¡Sé tú mismo! (lo cual conseguirás consumiendo mi perfume)". En España debe haber unos 100.000 diferentes... Los Mac no me parecen tan extraordinarios, no pienso que merezcan adoración.
Tuve un IIcx. Me resultaba muy simpático, y lo quise mucho. Lo tengo hivernando. Lo he de volver a arrancar un día. Pero también era feo de cojones.
El Macmini es pequeñito, sí, y útil, también, pero me parece feo, un montón de feo, me recuerda a una caja de droguería de promoción de una crema de manos o que al abrirla van a aparecer dos frasquitos de perfume.
Nació mi hijo Jorge y lo quiero mucho, me cae muy bien, pero el día en que nació era muy feo.
Es distinto bello que querido.
Los iMac me han gustado más, pero los de colorines, el lamparita menos, pero el "mariconero" ese o no sé cómo lo has llamado, el flower, ese sí, el dálmata no.
Cuando miro a la pantalla, cuando está funcionando, cuando estoy trabajando en un medio amable, entonces sí me gusta el ordenador, y la belleza que encuentro no radica en la máquina sino en lo bien que estoy con ella.
Las top model (¿se escribe así?), los prototipos elegidos por 20 en vez de por cien mil, Coco Chanel, y demás, no me impresiona nada todo ese rollo. Encuentro belleza donde la encuentro, a veces donde no lo espero... otras, la recupero de allí por donde pasé y no supe verla. En Apple no encuentro belleza. Son vendedores, son comerciantes, tienen su buen punto -pero como lo puede tener el mismo Satanás-. El día que sean tan poderosos como Microsoft, a lo mejor son más horteras.
"Sé diferente". ¡Qué risa! Hugo Boss propone "¡Sé tú mismo! (lo cual conseguirás consumiendo mi perfume)". En España debe haber unos 100.000 diferentes... Los Mac no me parecen tan extraordinarios, no pienso que merezcan adoración.