28-07-2008, 22:42
Leído en El Confidencial:
Los que pensaban que Steve Jobs había llegado a lo más alto con el iPod se equivocaban, como también lo harán posiblemente, los que piensen que el iPhone es el fin del recorrido de los de Cupertino. La carrera de Apple se entiende en un estricto régimen consistente en reinventarse a sí mismos de manera convulsiva y hasta casi obsesiva, para desgracia de sus competidores, que cuando por fin consiguen acercarse tímidamente a un nuevo producto o concepto de los de la manzana, Apple ha vuelto a sacar varios cuerpos de ventaja.
El follón se armó la semana pasada, cuando Peter Oppenheimer, director financiero de la compañía, cubrió sus flancos al espetar ante un grupo de analistas financieros que al finales de año habría una considerable reducción de los márgenes debido a las fuertes inversiones que se estaban haciendo en una "transición de productos". Y se quedó tan ancho, pensando que había actuado responsablemente al prevenir el posible traspiés económico, pero omitiendo a todas luces las implicaciones que tiene decir lo que dijo trabajando en una empresa como la que trabaja.
Se podrán imaginar que la rumorología se disparó por la red de forma casi incontrolable hasta que el portal MacDailyNews dio un puñetazo en la mesa al afirmar que lo que Apple estaba desarrollando era el MacBook Touch, un UMPC/Tablet PC -recordaremos en este punto, el lío de acrónimos que tenemos que soportar-, y para que quedara claro que la información aportada por el confidente era cierta, recordaron que se trataba de la misma fuente que anunció el lanzamiento del iPhone.
El osado confidente, además, no se quedó corto al aportar detalles: al parecer se trataría de un dispositivo de un tamaño levemente inferior al portátil MacBook de la casa, con pantalla multitáctil (la misma que ahora emplea el iPhone), corriendo una versión completa del Mac OSX (con una galería de gestos e iconos para el manejo con el dedo), acelerómetro que controle la inclinación del dispositivo, GPS, y lo mejor de todo: se presentaría en octubre.
De confirmarse esta filtración, Apple atacaría en un mercado que inicialmente fue abordado -no nos atrevemos a decir "descubierto"- por Microsoft y su célebre Origami, con lo que imagínense las implicaciones estratégicas de la maniobra. Recordaremos que fue precisamente Microsoft quien se aventuró a afirmar que el futuro de todo dispositivo pasaba por una pantalla táctil. Parece que le han hecho caso, pero desde las filas de su más acérrimo rival. Al tiempo.
Un cordial saludo
Josu de Motriko
Los que pensaban que Steve Jobs había llegado a lo más alto con el iPod se equivocaban, como también lo harán posiblemente, los que piensen que el iPhone es el fin del recorrido de los de Cupertino. La carrera de Apple se entiende en un estricto régimen consistente en reinventarse a sí mismos de manera convulsiva y hasta casi obsesiva, para desgracia de sus competidores, que cuando por fin consiguen acercarse tímidamente a un nuevo producto o concepto de los de la manzana, Apple ha vuelto a sacar varios cuerpos de ventaja.
El follón se armó la semana pasada, cuando Peter Oppenheimer, director financiero de la compañía, cubrió sus flancos al espetar ante un grupo de analistas financieros que al finales de año habría una considerable reducción de los márgenes debido a las fuertes inversiones que se estaban haciendo en una "transición de productos". Y se quedó tan ancho, pensando que había actuado responsablemente al prevenir el posible traspiés económico, pero omitiendo a todas luces las implicaciones que tiene decir lo que dijo trabajando en una empresa como la que trabaja.
Se podrán imaginar que la rumorología se disparó por la red de forma casi incontrolable hasta que el portal MacDailyNews dio un puñetazo en la mesa al afirmar que lo que Apple estaba desarrollando era el MacBook Touch, un UMPC/Tablet PC -recordaremos en este punto, el lío de acrónimos que tenemos que soportar-, y para que quedara claro que la información aportada por el confidente era cierta, recordaron que se trataba de la misma fuente que anunció el lanzamiento del iPhone.
El osado confidente, además, no se quedó corto al aportar detalles: al parecer se trataría de un dispositivo de un tamaño levemente inferior al portátil MacBook de la casa, con pantalla multitáctil (la misma que ahora emplea el iPhone), corriendo una versión completa del Mac OSX (con una galería de gestos e iconos para el manejo con el dedo), acelerómetro que controle la inclinación del dispositivo, GPS, y lo mejor de todo: se presentaría en octubre.
De confirmarse esta filtración, Apple atacaría en un mercado que inicialmente fue abordado -no nos atrevemos a decir "descubierto"- por Microsoft y su célebre Origami, con lo que imagínense las implicaciones estratégicas de la maniobra. Recordaremos que fue precisamente Microsoft quien se aventuró a afirmar que el futuro de todo dispositivo pasaba por una pantalla táctil. Parece que le han hecho caso, pero desde las filas de su más acérrimo rival. Al tiempo.
Un cordial saludo
Josu de Motriko